01/05/2018

Paraguay: Una forma de pensar

Marcial Diaz

Desde hace tiempo, escuchamos hablar del “pensamiento crítico”. Incluso, muchos, hemos hablado de él sin entender lo que significa o no estando seguros de si se está usando en el contexto correcto o no.

Pensar críticamente es, según el diccionario de Oxford, el analizar y evaluar objetivamente un tema para poder formar un juicio. Uno puede entender, entonces, por qué se habla tanto de esto: el poder de analizar de manera crítica es primordial para todos, no importa quiénes seamos y qué hagamos.

Sirve tanto para acciones diarias como elegir qué agua tomar, pasando por las decisiones que hay que tomar en el trabajo o el colegio, hasta el profundo análisis que hacemos -o deberíamos hacer- antes de ir a votar en las elecciones presidenciales. Si no fuéramos pensadores críticos, seríamos totalmente influenciables, maleables, y solamente seríamos capaces de seguir a la masa cual oveja de rebaño; seríamos solo uno más del montón.

Debería ser parte de nuestra vida diaria y, por sobre todo, la forma en la que las nuevas generaciones piensan. Pensamiento crítico es un término que refiere a la capacidad de aprender a aprender.

OBSERVACIÓN

Los niños necesitan desarrollarse cognitivamente y necesitan poder valerse de sí mismos para hacerlo. Podemos afirmar que esto está directamente ligado a la capacidad de aprender de las personas, aptitud adquirida en la primera infancia donde también se establecen las bases para la formación de toda la vida.

Hay muchas maneras de desarrollar esta capacidad, una de ellas es mediante una enseñanza de materias o temas del día a día que promueva el pensamiento propio en los estudiantes.

Aprender a valerse por uno mismo es aprender a aprender; los niños precisan de una herramienta fuertemente conectada a su realidad que se pueda implementar de manera sencilla para poder lograrlo.

HIPÓTESIS

Si se desarrolla una innovación educativa en los dos idiomas de nuestro país, simple de aplicar para los maestros y fácil de entender para los alumnos, entonces podrá ser replicada en una variedad de contextos. Si esa estrategia, mediante el aprendizaje de las ciencias, enseña el método científico, los niños entenderán cómo usar la herramienta para conseguir y validar información con la experimentación y el uso de sus saberes previos.

Con la incorporación de esta herramienta, van a conseguir la capacidad de aprender.

EXPERIMENTACIÓN

Este proyecto ya existe y tiene nombre: Tikichuela Ciencias en mi escuela. Desde el lunes pasado, se está aplicando el piloto en 292 escuelas de Caaguazú.

CONCLUSIÓN

Aunque todavía no tenemos los resultados, un proyecto similar, Tikichuela Matemáticas, fue aplicado en un contexto distinto con resultados alentadores.

El resultado final que se espera de Tikichuela Ciencias es el desarrollo del pensamiento crítico y la habilidad para resolver problemas de la realidad en los alumnos.

DIFUSIÓN

Toda la fase de “experimentación” y resultados del proyecto serán evaluados y sistematizados por una entidad externa; de ser favorables los resultados y confirmarse nuestra “hipótesis”, Tikichuela Ciencias se convertirá en modelo de política pública para, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, ser aplicado en toda América Latina.