La convivencia escolar: un factor determinante en los aprendizajes de los estudiantes
En América Latina, todavía existen deficiencias en cuanto a la convivencia escolar. El informe de Plan Internacional y UNICEF (2011) concluye que en las escuelas siguen existiendo prácticas de castigos corporales, aunque cada vez en menor medida, y el maltrato emocional va en tendencia creciente. De igual manera, informa que el acoso y el “bullying” también van en aumento, agravado por el uso del internet. El atenuante de esto, es que la ausencia de una buena convivencia escolar afecta directamente el desarrollo personal de los niños. Más aún, la evidencia indica que el clima escolar resulta ser uno de los principales factores que explican los bajos resultados en la consecución de los aprendizajes.

La sana convivencia es una condición indispensable en los procesos de aprendizajes en la escuela. Según el Ministerio de Educación de la República Dominicana (2014), la convivencia escolar constituye un conjunto de pautas de interrelación consensuadas y socializadas periódicamente en cada comunidad educativa, en función de un mínimo común de normas, cuyo cumplimiento se entiende que garantiza el bien común y el logro de un proceso educativo de calidad. Ortega (2007), agrega que en la convivencia se busca adherirse a pautas de conducta que facilitan la libertad individual, sin extralimitarla y manteniendo el respeto y tolerancia frente a los demás.
En América Latina, todavía existen deficiencias en cuanto a la convivencia escolar. El informe de Plan Internacional y UNICEF (2011) concluye que en las escuelas siguen existiendo prácticas de castigos corporales, aunque cada vez en menor medida, y el maltrato emocional va en tendencia creciente. De igual manera, informa que el acoso y el “bullying” también van en aumento, agravado por el uso del internet. El atenuante de esto, es que la ausencia de una buena convivencia escolar afecta directamente el desarrollo personal de los niños. Más aún, la evidencia indica que el clima escolar resulta ser uno de los principales factores que explican los bajos resultados en la consecución de los aprendizajes. Por ejemplo, Casassus (2003) muestra que en PERCE la variable de ambiente escolar no solo es favorable al aprendizaje, sino que el efecto de esta variable tuvo más peso que todas las demás juntas.
Asimismo, UNESCO (2008) en su informe sobre los resultados de SERCE mostró que el clima escolar es la variable más importante para explicar el desempeño académico de los estudiantes de enseñanza primaria en países de la región. Por su parte, los resultados de la prueba PISA 2009 también muestran evidencias de la importancia de un entorno educativo de mutuo respeto. En un estudio utilizando datos de esta prueba se halló que el clima escolar resulta mitigador de los efectos del nivel socioeconómico en los puntajes, es decir, que en centros educativos con buen clima escolar disminuye el efecto sobre los aprendizajes derivados de la influencia de las características socioeconómicas del estudiante (López, et al., 2012). Dado estos precedentes, no sorprende que en Pisa 2015, República Dominicana, que es el país con menores calificaciones de la región, también es el que registra menores resultados en el conjunto de los indicadores de clima escolar (OECD, 2016).
Educación 2020 de Chile (2015) reporta que la influencia de la convivencia escolar en los aprendizajes a partir de la prueba del Sistema Nacional de Evaluación de Resultados de Aprendizaje realizada en 2014. Dicha institución explica que el clima de convivencia escolar constituyó el principal factor asociado a los mejores resultados de aprendizaje en Lectura y Matemática. De hecho, se encontraron diferencias de hasta 42 puntos en la prueba entre establecimientos con alto y bajo clima escolar. Para poner esto en contexto, en la prueba, que clasifica a los estudiantes en 3 categorías, esa brecha de 42 puntos representa la distancia entre los estudiantes con menores puntajes ubicados en nivel medio y sus similares del nivel superior.
A través de los años, se han planteado varias medidas para resolver los problemas de convivencia escolar. Por ejemplo, Díaz (1998) enfatiza que la prevención de conflictos es el mejor método para tener un buen clima escolar, y sugiere algunas acciones. Entre estas, favorecer la integración de todos en el sistema escolar (docentes, estudiantes y familias), enseñar a detectar y combatir los problemas que conducen a la violencia, y educar en la empatía y el respeto de los derechos. Adicional a esto, profundiza en algunas técnicas con las que se pueden lograr estos objetivos. Estas se enfocan en las actividades en equipos heterogéneos de debates y diálogo sobre resolución de conflictos y experiencias de democracia participativa.
Dichas estrategias pueden ejecutarse mediante políticas públicas, innovaciones pedagógicas o de gestión, proyectos o programas, entre otras medidas. Un ejemplo que apunta en este sentido, es el programa de la Fundación Sura llamado Félix y Susana , el cual se está implementando en República Dominicana en alianza con EDUCA, Colombia y El Salvador. El programa resuelve esencialmente dos problemáticas: la ausencia de formación en temas asociados a la sana convivencia, y el desconocimiento de los signos y síntomas asociados al abuso y maltrato infantil dentro y fuera del aula, así como su impacto en el desarrollo cognitivo y social.
En definitiva, una buena convivencia escolar es un fin en sí misma, ya que genera las condiciones propicias para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. También, es un medio para conseguir que éstos logren los niveles de competencias y aprendizajes óptimos, puesto que, las horas de clases son más aprovechadas. Se puede afirmar que una sana convivencia en las escuelas no es una condición suficiente, pero sí es una condición necesaria para garantizar una educación de calidad. Por esto, se hace necesario que cada país realice los esfuerzos pertinentes para mejorar el clima escolar, especialmente en la región latinoamericana.
Co-autores:
Manuel Méndez, Marygracia Aquino y Vivian Purcell
Bibliografía
Casassus, J. (2003). La Escuela y la (des)igualdad. Santiago de Chile: Editorial LOM.
Díaz, M. J. (1998). El Tema. Revista de Estudios de Juventud No 42, 63-73. Recuperado de: Revista 42-7.
Educación 2020. (2015, 05 13). Noticias. Recuperado de: Educación 2020: http://educacion2020.cl/noticias/como-la-convivencia-escolar-mejora-los-aprendizajes-de-ninos-y-ninas/
López, V., Ascorra, P., Bilbao, M. d., Oyanedel, J. C., Moya, I., & Morales, M. (2012). El Ambiente Escolar Incide en los Resultados PISA 2009: Resultados de un estudio de diseño mixto. Santiago de Chile: Fondo de Investigación y Desarrollo En Educación - FONIDE.
MINERD. (2014). Normas del Sistema Educativo Dominicano para la Convivencia Armoniosa en los Centros Educativos Públicos y Privados. Recuperado de: http://www.educando.edu.do/files/5914/1200/1735/Normas_de_convivencia_16-0_-014.pdf
OECD. (2016). OECD Skill Surveys. Recuperado de: https://pisadataexplorer.oecd.org/ide/idepisa/
OECD. (2016). PISA 2015 Results (Volume II): Policies and Practices for Successful Schools, PISA. Paris: OECD Publishing.
Ortega, R. (2007, 01 19). La convivencia: un regalo de la cultura a la escuela. IDEA-La Mancha, 50-54. Recuperado de: http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/93542/00620073000911.pdf?sequence=1
Plan Internacional y UNICEF. (2011, 11). Violencia escolar en América Latina y el Caribe. Recuperado 11 15, 2019, de Página de UNICEF: https://www.unicef.org/costarica/docs/cr_pub_Violencia_escolar_America_Latina_y_Caribe.pdf
Torrego, J. C., & Moreno, J. M. (2003). Convivencia y disciplina en la escuela. El aprendizaje de la Democracia. Madrid: ALIANZA.
UNESCO. (2008). Los aprendizajes de los estudiantes de América Latina y el Caribe (Primer reporte del Segundo Estudio Regional Comparativo y Educativo, SERCE) . Santiago de Chile.
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