11/10/2017

Una escuela obsoleta: ¿cómo adaptarla a los desafíos del siglo XXI?

En el IX Foro de Calidad Educativa, especialistas y autoridades públicas debatieron sobre las grandes cuentas pendientes para la educación en Argentina

Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación

"No hay más tiempo que perder en la educación en la Argentina: es hora de dejar los libros en la biblioteca y pasar a la acción", sostuvo ayer Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, durante la apertura del IX Foro de Calidad Educativa "Transformar la educación: un compromiso con el futuro", impulsado por la organización Educar2050.

Especialistas y referentes del ámbito educativo, docentes, estudiantes, entre otros 500 asistentes, se reunieron en el Centro Cultural de la Ciencia con el objetivo de analizar e intercambiar experiencias. El foco estuvo puesto en el sistema educativo actual que, según los disertantes, muestra signos de agotamiento en los contenidos, los modos de enseñar, en la estructura organizativa de las escuelas y en la importancia que debe darse a la información, entre otras cuestiones.

"Hay docentes que ya no tienen la luz en los ojos, estudiantes que no tienen ganas de estar donde están porque esa escuela secundaria no les toca el alma, no les significa nada para su futuro", dijo Miguel. "Cada año 320.000 jóvenes abandonan la escuela secundaria. Eso riega la pobreza estructural, tenemos que ir hacia adelante".

Destacó que se está trabajando con todos los ministros de educación en una secundaria basada en proyectos y articulando con la comunidad, donde los jóvenes tengan una participación activa.

Por otro lado, María Cortelezzi, directora ejecutiva de Educar 2050, hizo hincapié en la necesidad de acuerdos que hagan posible el cambio educativo. "Los cambios deben establecerse en base a una serie de acuerdos básicos entre los diferentes sectores de la sociedad y de la comunidad educativa, porque la reforma tiene que ver más con la gente que con políticas, instituciones y procesos", señaló.

Frente a una educación catalogada por los expositores como una estructura obsoleta, Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación en Educación y del Programa de Política Internacional de Educación de la Universidad de Harvard, y Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050, debatieron sobre los desafíos del siglo XXI.

Vía streaming, Reimers se refirió a las competencias necesarias: las cognitivas, las capacidades de relacionarse con los demás, y del autoconocimiento y administración del tiempo. Manuel Álvarez Trongé recordó a los presentes que es necesaria la justicia educativa, y que el contexto económico y social del niño no debe ser un impedimento para que reciba educación de calidad.

Respecto a la necesidad de crear un nuevo paradigma educativo, Inés Aguerrondo, coordinadora de innovación del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCA, subrayó: "Uno de los grandes problemas de la educación latinoamericana es que seguimos teniendo Estados polarizados, como a mediados y fines del siglo XIX, jerárquicos, sin capacidad, sin "músculo", que no pueden actuar. Y dentro del Estado, los ministerios de educación son los peores: no están informatizados, no tienen ningún interés en tener capacidad profesional técnica seria. Ése un tema fundamental y un desafío básico".

Para la especialista, otra de las cuentas pendientes es admitir que los alumnos y los maestros "se aburren". "Los chicos se van de la escuela y los docentes también. A los docentes, lo que les enseñan en los institutos de profesorado no les sirve para la escuela de hoy - aseguró - Es como si uno tuviera una epidemia y manda médicos a los cuales no se les dan ni instrumental ni remedios para que curen, ¿cómo no van a estar frustrados? Y después decimos que la culpa la tienen ellos. La culpa la tenemos todos nosotros que no somos capaces de decir en voz alta todo lo que pasa".

Durante el foro no sólo se generaron espacios de reflexión sino que se abordaron casos concretos para el cambio, a nivel local y regional, como la Nueva Escuela Secundaria que presentó Gabriela Lerzo, directora de una escuela secundaria de la provincia de Rio Negro; los Directores como Agentes de Cambio, a cargo de Cecilia Oubel, miembro de L@titud; y el programa de redes de tutoría del que habló Nadiezhda Yáñez, directora del Centro de Liderazgo Educativo de Chile.

El cierre del evento estuvo a cargo de Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. "El cambio es una constante y no sabemos, por ejemplo, con qué se enfrentarán los chicos que empezaron este año la educación obligatoria y terminarán en 2030. La escuela debe ser un espacio para dar herramientas para poder afrontar ese desafío con éxito", concluyó.

Proyectos de calidad educativa en zonas vulnerables


En el marco del foro se reconoció a los ganadores de la undécima edición del Premio Comunidad a la Educación. Organizado por Fundación LA NACION junto al Banco Galicia y la Fundación OSDE -y con el apoyo de Latam Argentina, Cimientos, Educar 2050, Telefé y la Universidad de San Andrés-, aquel tiene como objetivo apoyar los esfuerzos y logros de aquellos equipos docentes que desarrollan proyectos innovadores para mejorar la calidad educativa en contextos vulnerables, impactando de forma positiva en la comunidad local.

Entre las 375 iniciativas que se presentaron de todo el país, resultaron ganadoras: "El saber no sabe de altura y distancias", del Instituto Los Tabaquillos, La Cumbrecita, Córdoba; "Todas las voces", del Bachillerato Orientado Provincial Nº 56, Paraje Siete Estrellas, en San Pedro, Misiones, y "Rutas: la educación es un derecho que la enfermedad no limita", del Colegio Provincial de Santa Lucía, San Juan.

"Nos dimos la oportunidad de pensar que otra escuela es posible y que el vínculo pedagógico se nutre de la relación humana. Nuestra escuela dejó de ser sólo escuela para transformarse en «encuentro», dando la posibilidad de que todos puedan estudiar, más allá de la lejanía física respecto de la institución", aseguró Giacomo Ponta, director y profesor del Instituto Los Tabaquillos.

Cada una de las escuelas ganadoras recibió como premio 200.000 pesos para el fortalecimiento del proyecto; la producción de un video sobre aquél; capacitación y tutoría, y difusión publicitaria y periodística.

En Los Tabaquillos, la escuela sale al encuentro de jóvenes en parajes rurales aislados para brindarles la posibilidad de continuar sus estudios secundarios, evitando así el desarraigo familiar y cultural. Cada tres semanas, un grupo de docentes recorre a lomo de burro los cerros del Champaquí y de Villa Alpina para reunirse con los estudiantes, que a su vez concurren cada dos meses al instituto para compartir experiencias y aprendizajes con el resto de la comunidad educativa.

En Misiones, los alumnos que participan del proyecto "Todas las voces" conducen y operan una radio escolar comunitaria para mejorar la lectoescritura y la comunicación. Ésta funciona como un espacio para la expresión de ideas, el desarrollo de habilidades socioemocionales y para ampliar los lazos con los vecinos del Paraje Siete Estrellas, difundiendo mensajes educativos.

Por último, "Rutas" es una iniciativa de educación domiciliaria para jóvenes que no pueden acceder regularmente a clases por motivos como embarazo adolescente, trabajo o problemas de salud. A través de la creación de una plataforma virtual, elaborada por estudiantes de tercer año, los chicos acceden a recursos educativos adaptados a sus necesidades. Así les brindan la posibilidad de continuar con sus estudios para completar su educación secundaria.

Un jurado de reconocidos especialistas

En esta edición, el jurado estuvo compuesto por especialistas de educación de diferentes ámbitos. Ellos fueron: Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050; Patricio Bernabé, editor de LA NACION; Domingo Tavarone, maestro y profesor de castellano, literatura y latín; Inés Aguerrondo, ex subsecretaria de Programación del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y actualmente investigadora y consultora de organismos internacionales; María Eugenia Podestá, directora del Área de Extensión de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, y Luciana Vázquez, periodista especializada en educación. Además de los tres ganadores, el jurado otorgó cinco menciones especiales.