Impacto de la inversión en primera infancia. Algunos fundamentos.
Hace unos años que se empezó a asignar un valor cada vez mayor a la denominada primera infancia, etapa que contempla la vida del ser humano desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Abunda la literatura que hace mención a lo crucial que son los primeros tres años de vida en el desarrollo cognitivo de los niños, y también existe evidencia de los beneficios que trae aparejado invertir en la educación de los niños en esta primera etapa de vida. En este artículo haremos mención a algunos estudios que han demostrado el impacto positivo apuntado.
El estudio HighScope Perry Preschool Study[1] ha demostrado los efectos que tiene la educación en primera infancia en el largo plazo. Han participado de este estudio 123 niños nacidos en hogares de bajo nivel socioeconómico, con alto riesgo de tener un bajo rendimiento escolar. Entre el año 1962 y 1967, niños de entre 3 y 4 años, fueron divididos aleatoriamente en dos grupos de control. Un grupo recibió educación preescolar de alta calidad y el otro grupo, no. La particularidad de este estudio, es que se continuó midiendo el impacto de la educación recibida a lo largo de diferentes etapas de la vida de estas personas. El 97 % de quienes participaron de este estudio, que aún continuaban con vida a la edad de 40 años, fueron censadas comprobando que las que habían recibido educación de alta calidad en su primera infancia habían finalizado el secundario, tenían mayores ingresos, mayores chances de conservar un trabajo y menores chances de cometer crímenes.
Otras evidencias del impacto positivo de invertir en educación durante la primera infancia, fueron presentadas por el economista y ganador del Premio Nobel James Heckman[2]. Su trabajo se centró en demostrar que cada dólar invertido en educación temprana tiene altos retornos no sólo en lo económico, sino también en lo social.
Mencionaremos a continuación, para hacer foco en los impactos positivos de la inversión en primera infancia, cuatro ejemplos en tal sentido:
1. La inversión en educación temprana, puede ayudar a niños de bajo nivel socio-económico a prevenir la brecha de aprendizaje. Esta brecha de aprendizaje, comienza a darse en los primeros años de escolaridad, y tiende a acentuarse a lo largo de la vida. Los esfuerzos para eliminar esta brecha son muy costosos y en muchas oportunidades son ineficaces. Cabe recordar que este déficit en el aprendizaje, no sólo tiene un impacto económico negativo en la vida de cada persona, sino que también tiene un efecto negativo a nivel psicológico, ya que impacta negativamente en la autoestima de los alumnos. Muchas veces estos efectos psicológicos negativos debilitan y estigmatizan a niños que no han tenido buen nivel desempeño escolar en sus primeros años de escolaridad.
2. El segundo impacto, es que la inversión en educación en la primera infancia en niños de hogares de bajo nivel socio-económico, genera impactos positivos a nivel de salud y nutricional en el largo plazo. Para realizar este estudio se trabajó con un grupo de individuos que 30 años luego de haber recibido educación, tenían chances significativamente menores de contraer enfermedades cardiovasculares y del metabolismo crónicas tales como infartos y diabetes. Este tipo de estudios deja evidencia del impacto positivo que se puede generar a través de intervenciones coordinadas en niños recién nacidos y de hasta cinco años de edad. Este tipo de resultados redundan en menores costos sociales y de salud.
3. Otra consecuencia positiva de la buena educación en edad temprana, es la generación de un ingreso mayor en la vida adulta. Está demostrado que se puede generar un nivel de ingreso de hasta un 25 % superior, en niños de hogares carenciados, por el sólo hecho de haber recibido educación en los primeros años de vida.
4. Por último, la inversión en programas de educación temprana en poblaciones de bajos niveles socio-económicos tiene una tasa de retorno de 7 a 10 % anual. Además trae aparejada ventajas en cuanto a la salud, productividad económica y disminuye la tasa de criminalidad.
Entendemos que la educación es una herramienta fundamental para alcanzar el máximo potencial de cada ser humano. Muchas veces el costo económico y social de hacer inversiones correctivas en un sistema policial y penitenciario es mucho mayor que la inversión preventiva en educación en los primeros años de vida. Esto, de por sí, habla a las claras acerca de la conveniencia de invertir en primera infancia sin mencionar los múltiples beneficios que trae aparejado a nivel social al generar una sociedad más desarrollada y con mejor calidad de vida.
En definitiva, como se desprende de la síntesis anterior, la inversión en primera infancia tiene múltiples beneficios comprobados. Es deseable que los gobiernos de los países que aún lidian con la inequidad pongan especial foco en esta etapa, que redunda en una sociedad más justa y pacífica para todos.
Nora Sanchez Brion*
*Miembro del equipo de Educación de Proyecto Educar 2050
[1]HighScope Perry Preschool Study | Lifetime Effects. (n.d.). Retrieved from http://www.highscope.org/content.asp?contentid=219
[2]4 Big Benefits of Investing in Early Childhood Development | Heckman. (n.d.). Retrieved from http://heckmanequation.org/content/resource/4-big-benefits-investing-early-childhood-development
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