11/08/2017

El Salvador: Tecnologías de la comunicación y de la información en la educación escolar

Las tecnologías de la comunicación y de la información, y el pensamiento crítico y creativo

En las dos últimas décadas, el avance en las tecnologías de la comunicación y de la información (TIC) ha permeado casi todas las esferas de la vida social. Gracias al desarrollo tecnológico, se han incrementado de forma exponencial las capacidades de generar información, al igual que la de transmitirla en mayor cantidad y en menos tiempo. Este ambiente cargado de información y de innovaciones continuas es el entorno en el que la educación, los docentes, los estudiantes y la sociedad están inmersos.

 

En la denominada sociedad de la información y el conocimiento, los recursos tecnológicos disponibles han generado un terreno fértil para el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y creativo, en especial aquellos con carácter interactivo que posibilitan la construcción, la modificación y el intercambio de información y herramientas digitales.

 

La declaración del Foro Mundial sobre la Educación de 2015, en su numeral 10 enuncia: “Es indispensable aprovechar la innovación y las TIC para fortalecer los sistemas educativos, difundir conocimientos, brindar acceso a la información, promover un aprendizaje de calidad y efectivo, y prestar servicios de forma más eficaz”[1].  

 

Y según el Informe Anual 2015 de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y El Caríbe “En 2015, más de 20 millones de computadores personales y tabletas fueron puestos a disposición de los estudiantes en América Latina y el Caribe”[2].

 

Sin embargo, pese al fomento mundial para incorporar las TIC en los diferentes niveles de la escuela, los centros educativos públicos no cuentan con personal docente que haya desarrollado habilidades digitales a un nivel medio, y la mayoría de escuelas tampoco poseen el equipo y la necesaria conexión a Internet.

 

Pese a ello, las expectativas, el interés y la presión por conocer y utilizar estos medios han venido creciendo de forma constante entre la familia, los estudiantes y algunos docentes. Así, muchos de ellos se abocan a explorar la diversidad de instrumentos tecnológicos y descubren medios digitales que pueden ser utilizados para mejorar las prácticas de enseñanza, de aprendizaje y de entretenimiento.

 

 

Ante esta realidad, fomentar el pensamiento crítico, analítico y reflexivo al relacionarse con los diversos contenidos que presenta la web es imperativo. Se trata de tener en cuenta que la naturaleza de la información que se coloca en la red es de todo tipo, literalmente. Por eso es tan importante aprender a analizar la calidad de la información que allí se encuentra. La capacidad crítica y analítica permite formular preguntas inteligentes frente al contenido de la web, por ejemplo: ¿en qué se basa este texto?, ¿quién lo dice?, ¿es veraz?, ¿son opiniones y no están identificadas como tales?, ¿hay contradicciones e incoheren­cias?, ¿se citan fuentes confiables?

 

Lo más recomendable es habituarse a validar la información, es decir, contrastarla con la de otros sitios, con bibliografía impresa, chequear las referencias y analizar la lógica de los planteamientos y, al mismo tiempo, enseñar al alumnado cómo enfrentarse a la información que se encuentra en la web.

 

Suele suceder que, al validar los contenidos encontrados, vemos que los fragmentos extraídos, a veces mal referidos o sacados de contexto, han resultado en planteamientos no tan claros o malinterpretados. Esta situación puede ocurrir, inclusive, en sitios que se consideran de prestigio. De aquí la importancia de saber valorar y juzgar la firmeza de los datos.

 

Al igual que las habilidades críticas, las TIC también potencian habilidades creati­vas. Existen aplicaciones interactivas y actividades que implican el aporte propio del alumnado, el trabajo en equipo, la simulación de experiencias y experimentos, y, sobre todo, el ampliar información a partir de lo ya conocido por los estudiantes, ofreciéndoles rutas que seguir en la web para ahondar en determinados conocimien­tos. Muchos docentes comprueban cómo el uso de medios informá­ticos desarrolla con rapidez las capacidades y habilidades del alumnado en esta área, en especial cuando se les permite explorar y navegar con cierta libertad.

 

Finalmente, no hay que obviar que la capacidad creativa y crítica también sirve para destruir —el ciberbullying es un ejemplo de ello—. Por eso, estas habilidades deben estar ligadas a actitudes y valores que se espera sean cultivados de manera consciente por las nuevas generaciones, de modo que cada persona las ponga en práctica intencionalmente. Tal es el caso de la autoconfianza, la flexibilidad, la apertura, el gusto y la opción por lo ético, así como el compromiso, el rigor y la autoexigencia hacia todo lo que cada quien hace, ya sea en sus estudios, en el trabajo o en su vida social.

 

 



[1] Foro Mundial sobre la Educación 2015, efectuado del 19 al 22 de mayo de 2015, Incheon, República de Corea. Extractada el 23 de junio de 2017 de: http://es.unesco.org/world-education-forum-2015/about-forum/declaracion-de-incheon

[2]Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Reporte Anual 2015. Oficina de Santiago, Oficina Regional de Educación para América Latín y el Caribe.