22/06/2016

Educación intercultural: las estrategias de un colegio chileno para enseñar mapuzungún

En este liceo público de la Araucanía, la enseñanza y reivindicación del mapuzungún y de la tradición mapuche no es algo que se recuerde sólo en We Tripantu, sino todo el año. Éstas son sus estrategias de educación intercultural.

Según el Ministerio de Educación de Chile, cuando más del 20% de los y las estudiantes de un colegio son mapuche, se debe enseñar su lengua, el mapuzungún, hasta cuarto año de primaria. En el Liceo Reino de Suecia están dentro de ese margen. Es un colegio público, de la Araucanía, donde los apellidos son de la gente de la tierra: Marinao, Traipi, Cayupil. Y donde comenzó, en 2014, un proyecto de educación intercultural.

El director Nibaldo Muñoz cuenta que, hace poco, estudiantes pintaron un mural con temática intercultural. Además, quieren renombrar al Liceo. “Que en cuanto las personas entren perciban que este es un colegio intercultural”. Sobre las clases de mapuzungún, dice que más allá del mandato ministerial, las imparten porque reivindican la cultura de un pueblo que ha sido aplastado y, a la vez, permite compartir las tradiciones con quienes no son mapuche.

Cómo hacerlo

Viviana Painemilla es profesora básica en el Liceo Reino de Suecia, vive en una comunidad mapuche y estudió educación intercultural. Imparte cuatro horas de mapuzungún a la semana, en los cursos de primero a cuarto básico del Liceo. En cada clase, la acompaña Brígida Deumacán, que es educadora tradicional y hablante.

Painemilla cuenta que aunque la mayoría de los niños y niñas es mapuche, no siempre hablan la lengua y sus familias no mantienen vivas las tradiciones. “En la educación tradicional hubo mucha discriminación. Había que hablar castellano, si no, hasta les pegaban. Hoy hay más consciencia”. También hay políticas ministeriales, como las clases de mapuzungún. Painemilla —dice— enseña así:

Clases expositivas

—Vocabulario: al igual que en una clase de cualquier otro idioma, como el inglés, se exponen términos para ampliar el vocabulario: números, partes del cuerpo, saludos, verbos, pronombres o sustantivos.
—Música: también se reproducen canciones, para analizar las letras, o se corea el ÜL, canto típico mapuche.

Este contenido teórico es complementado de manera práctica, realizando clases y reuniones en el patio, donde está la ruka del liceo.

Clases prácticas

—Manualidades: elaboran utensilios, como el külko, un canasto de fibras vegetales, o la pilwa, un saquito tejido de lana.
—Reuniones: junto a la educadora tradicional, se reúnen en la ruka del patio. “Allí —cuenta Painemilla— viven la ruka, el fogón, el mate. Se les recibe, se les saluda en mapuzungún. Aprenden tradiciones de forma oral”.
—Cocina: en la ruka, además, niños y niñas cocinan, las sopaipillas o el catuto.

Roxana Marinao tiene diez años, está en quinto básico en el Liceo Reino de Suecia. Como su papá es kimche o sabio mapuche, aprende sobre su cultura tanto en la casa como el colegio. Dice que le gusta que se enseñen estos temas, porque tiene compañeros “que nos dicen indios y ellos también son mapuche. Eso es discriminación. Entonces si vamos a la ruka yo le enseño cosas y así podemos estar más unidos”.

Enseñar no sólo un idioma, sino una cultura

Humberto Vaccaro es asesor educativo de Educación 2020 
ONG integrante de Reduca y desde 2014 acompaña al Liceo Reino de Suecia, en un proyecto desarrollado por Educación 2020 en alianza con Fundación Luksic. Parte del proyecto implica que este colegio avance en sus procesos de interculturalidad.


“Durante mucho tiempo fue la escuela el espacio de subvaloración de la cultura aymara, rapanui, mapuche. Hace 20 años el Estado de Chile recién empezó a llevar planes y programas interculturales. Ese proceso ha sido lento y ocurren situaciones como las que cuenta Roxana”, dice Vaccaro.

Sobre la estrategia de enseñanza de mapuzungún en este liceo, Vaccaro piensa: “en este colegio destaca que no se enseñe sólo el idioma, sino la cosmovisión. Las dinámicas que se dan en la ruka, eso de conversar en círculo, tiene mucho que ver con los aprendizajes de la cultura mapuche, más que de la chilena. Todo eso, sin duda, es un avance. Lo ideal sería que se recibiera más apoyo de los sostenedores y así todo este avance fuera más fuerte”.

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